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jueves, 12 de noviembre de 2009

Fritada de cebolla, calabacín y tomate

Esta receta la aprendí hace unos cuantos años de María, una mujer que a pesar de su sordera, era la persona que mejor sabía escuchar.

Ella me traía las cebollas, los calabacines, los tomates... qué ricos eran¡¡. Y como ya no sabía que hacer con tantos calabacines, decidí aprender como lo hacía y conservarlo en frascos de cristal.

Siempre hago esta receta acordándome de ella. En casa llamamos a esta fritada "el pisto de María". Y nos encanta.

María va por tí.


2 cebollas
2 calabacines
2 ó 3 tomates
sal
aceite

Cortamos la cebolla menudita y la ponemos a pochar en una sartén con aceite, poco, a fuego lento, añadimos el calabacín cortado en cubitos pequeños y dejamos que todo se haga lentamente. Cuando vemos que está bien pochadito, añadimos los tomates, pelados y troceados. Sal y a seguir cocinando lento hasta que el tomate esté hecho.



Aún en caliente, rellenamos los tarros (prviamente esterilizados), ponemos bocaabajo, hasta que se enfríen para conseguir que hagan el vacío.




Y tenemos listo en nuestra despensa para utilizar en cualquier momento el riqísimo "pisto de María".